Un intersticio cósmico-virtual para rabiar, destilar y fluir en los verbos contenidos, detenidos y suprimidos por el exceso de logos; un arranque existencial para evitar que se nos cierren los ojos...
Un ser escindido entre el mundo sensible y el inteligible, apátrida en cualquier circunstancia permanente, siempre deviniendo, polemizando con mis propios pensamientos para seguir respirando
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